top of page

Orientación Vocacional.

  • Octavio Robledo. Psic. Clínico y Tanatólogo.
  • 15 ago 2018
  • 3 Min. de lectura

En 1984 llegue a Mazatlán decidido a vivir aquí, en este puerto visitado

muchas veces anteriormente, siempre le comente a mi papá que el día que

terminara mis estudios profesionales, me venía a radicar aquí, llegue e

inmediatamente busque trabajo como psicólogo en alguna institución, ya

que sabía de antemano que el consultorio no me iba a redituar por lo pronto

porque nadie me conocía.

Obtuve trabajo en la escuela de psicología como catedrático, donde

posteriormente fui el director y también me contrataron en 2 preparatorias

estatales que iniciaban, para hacerme cargo del departamento de

orientación vocacional, había mucho presupuesto, recuerdo que cuanto

material se requería nos lo hacían llegar, pero eran tiempos muy políticos

para los maestros y el sindicato, lamentablemente era más importante una

junta sindical, que dar clases y todavía peor, a la materia de orientación

vocacional no se le valoraba, yo nunca estuve de acuerdo, al contrario les

hacía ver la importancia de mi materia y la repercusión que se tenía en los

alumnos si ellos no descubrían que iban a estudiar como carrera profesional.

Hablaba con los directores y les comentaba que es de vital importancia que

los alumnos descubrieran su vocación, es a lo que se van a dedicar el resto de

su vida.

Cuando estas nadando contracorriente, debes de tomar decisiones, una era

hacerme del lado político y otra reconocer que no estaba en el lugar correcto

para trabajar, porque simplemente teníamos diferentes intereses, insistí con

mis alumnos de tomar mi clase y les explicaba la importancia de descubrir sus

aptitudes e intereses universitarios.

Aún en el tiempo de que se nos citaban a los maestros a juntas sindicales, yo

seguía dando mis clases y asesorías a mis alumnos, respetando mis horarios,

lo que obtuve fue un rechazo general de todos “los compañeros maestros” y

muchos problemas para impartir mi clase, me ponchaban las llantas de mi

carro, me daban horarios muy difíciles de cubrir, sacaban a mis alumnos con

cualquier pretexto, incluso me mandaron a cubrir el departamento de

orientación vocacional a un plantel fuera de Mazatlán , un día a la semana

me tocaba ir allá, lo que no sabían “los compañeros maestros” que en

Coyotitan la gente era muy amable y me apreciaban mucho, tanto los

alumnos como los padres de familia, terminaba dando consulta psicológica a

parte de mis horas clases.

Lo que son las cosas, ahí en Coyotitan a pesar que muy pocos alumnos iban a

seguir una carrera universitaria, por cuestiones económicas tanto los

alumnos como los padres de familia le daban la importancia a la materia,

recuerdo aun comentarios: “profe, sé que mis papás no podrán pagar una

carrera, pero si me gustaría saber para qué carrera soy bueno”, “ dígame

profe pa que es bueno mi hijo, a lo mejor al rato se me compone los dineros

y lo mando a estudiar”, realmente había un interés sobre la vocación del

estudiante. Me he encontrado en la calle a estudiantes que sí lograron

estudiar su carrera y me saludan con mucho gusto y ahora son personas que

han llevado muchos beneficios a su pueblo y sobre todo son un ejemplo de

motivación a estudiar.

Las cosas con el sindicato subió de tono y la verdad ya no pude enfrentar,

renuncié después de 4 o 5 años, pero me quede con la satisfacción de que si

cumplí con mi trabajo, ahora me dicen “ya te hubieras jubilado”, por dentro

pienso: ¿qué costo hubiera pagado por mi jubilación, venderme a otros

intereses?, ¿traicionar mi vocación?, era un costo muy caro.

Ahora que existen una gran cantidad de carreras universitarias, donde el

abanico de posibilidades es enorme, los alumnos de preparatoria siguen con

esa carencia de información y asesoramiento, yo ya no me dedico a ser

orientador vocacional, desde hace muchísimos años, pero en terapia han ido

jóvenes, por cuestión de pérdidas y observo y les hago saber que están

totalmente perdidos en que estudiar, sin ningún plan de vida universitario y

lo más triste ven el trabajo como un castigo.

FRASE:

Lamentablemente sigue la materia de orientación vocacional sin que los

planteles educativos, le den la importancia debida, algunos profesores y

padres de familia creen que existen materias que son más importantes.

 
 
 

Comments


bottom of page